La última ruta de senderismo, que transcurrió durante la jornada del 26 de enero, generó algunas bajas, a la par que causó grandes satisfacciones en los socios que pudieron completarla.
Una vez más, tuvo lugar la ruta de senderismo mensual que cada vez genera más entusiasmo entre nuestros socios. Siempre bajo la instrucción de nuestro fantástico guía, “Tato”, el cual nos cuenta cómo se llevó a cabo la subida al Torreón desde Grazalema.
Para esta ocasión, que presumía de ser una de las contadas ocasiones en que se programa una ruta de alta dificultad, se estableció la hora de salida en el bus a las 08:00 h. de la mañana, por no ser tan lejano el acceso a la ruta como en otras ocasiones. Sólo había que llegar a Grazalema, capital turística de la comarca de los "pueblos blancos". Y una carretera en la que más curvas se deben recorrer, se vaya por el camino que se vaya.
Al pasar lista antes de arrancar, rutina de cada sábado de senderismo, nos enteramos de que había entre los asistentes representantes de los tres clubes vecinos: Mercantil, Náutico y Labradores.
Desayunamos en la venta el Palancar y comenzamos la caminata desde el aparcamiento del camping junto al casco urbano.
Los primeros 6 kilómetros fueron suaves, primero por un camino apto para sillas de ruedas y, a partir del mirador del Puerto del Boyar, donde nos detuvimos a hacer algunas fotos de las perspectivas del Salto del Cabrero, siguiendo un sendero muy marcado, pero bastante irregular de piso hasta la portilla de entrada al ascenso de la inmensa pared que constituye la ladera sur de la Sierra del Pinar.
Ya en este punto tuvimos alguna baja que, ante el imponente aspecto de lo que había por delante, prefirió no arriesgar este socio que se quedó allí a esperar al resto.
Pero no tuvo tiempo de aburrirse, ya que, a los pocos minutos, una pareja decidió que iba a ser demasiado para su forma física y se volvieron hacia abajo. Y a estos los acompañó, momentos después, otra pareja y luego otro más.
Del resto, qué decir... Los pocos que iban más sobrados, tenían que parar cada instante a recuperar el contacto con los que venían más atrás, de los que se veía que algunos seguían por amor propio.
Llegamos a la cima, hicimos todas las fotos que pudimos y algunas más; la panorámica de 360° te permitía ver las cumbres de Sierra Nevada y del Rift las cimas del Torrecilla en Málaga, el Aljibe en los Alcornocales, y tantos otros hitos como para quedarse allí un día completo.
Pero había que comenzar el descenso, que tras las tres largas horas que habíamos empleado en la subida, pronosticaba llegar a las 6 de la tarde al bus y sobre las 8 a Sevilla. Eso sí, como siempre, con el disfrute dibujado en cada cara.
Pronto se anunciará la próxima ruta de senderismo para el siguiente mes y esperamos que cause tantas buenas sensaciones como es habitual en esta actividad.
La actividad del próximo mes de febrero llevará a los aventureros a subir el peñón de Algámitas, de cuya ruta ampliaremos información muy pronto.