Honorio Aguilar, arquitecto por la Universidad Hispalense, con despacho profesional en Sevilla capital y otro en Cantillana, ofreció ayer una conferencia donde trató una de sus pasiones: La iluminación natural de las iglesias mudéjares en Sevilla, ciudad del mundo que cuenta con más templos de este estilo
Sevilla es un ciudad de simbiosis, una mezcla de culturas que han ido dejando su huella y configurando pinceladas para dibujar el cuadro que hoy es la ciudad. Y de todas estas culturas, quizás la más característica de la capital andaluza sea el arte mudéjar, un estilo que incorpora influencias de la España medieval y de las corrientes artísticas cristianas y musulmanas de la época.
Ciudad en el mundo con más templos mudéjares, Sevilla aún conserva 17 de los 25 que tuvo la capital andaluza, aunque de algunos de los que sobrevivieron sólo se conservan determinados elementos.
Todas estas iglesias tienen una particularidad: Están orientadas al sol. Los templos mudéjares son casi paralelos en la orientación este-oeste, predominando en ellos la luz, frente a la oscuridad de otros edificios. Pero su estructura ha determinado no sólo el entorno de estas iglesias, sino la propia distribución y fisonomía de la ciudad. Este factor fue ya apreciado por el arquitecto sevillano Honorio Aguilar hace más de una década. Desde entonces empezó a estudiarlo y a analizarlo, y el resultado ha sido el minucioso trabajo que presentó este martes en el salón del Círculo Mercantil e Industrial bajo el formato de una conferencia.
Honorio Aguilar es doctor en Arquitectura por la Universidad Hispalense, y cuenta con un despacho profesional en Sevilla capital y otro en Cantillana que llevan funcionando desde el año 93. A lo largo de estas más de dos décadas ha desarrollado proyectos en toda la comunidad autónoma y está especializado en rehabilitación de inmuebles singulares.
Su amor por el arte y su pasión por la investigación le han llevado a realizar este pormenorizado análisis de la iluminación natural en las iglesias mudéjares sevillanas. Entre tantos ejemplos y elementos tan destacados, que forman parte de la vida de Sevilla, es difícil elegir, pero si tuviera que seleccionar una sola iglesia de las analizadas, se inclina por Santa Marina. Años de ilusión, de horas de trabajo y de análisis han dado lugar a la conferencia que el autor expuso apoyándose en imágenes y que sin duda ayudó a los asistentes a entender la propia historia de Sevilla, con la luz como valor simbólico y como guía.