El grupo de socios inscrito para la visita cultural de enero se adentró en la exposición sobre las obras del artista en la Catedral de la mano del guía Antonio Doblas.
Tras el paseo que, en diciembre, llevó a los socios a conocer los lugares más importantes en los que transcurrió la vida del pintor sevillano, el pasado sábado 20 de enero visitaron la mirada de la santidad del artista y su vínculo con la Catedral.
En esta visita cultural se recorrió las diferentes partes del templo donde se encuentra la colección de 16 obras realizadas por Bartolomé Esteban Murillo a lo largo de su vida y documentos originales de la época. Se admiraron obras como «Fiestas de inauguración de la Iglesia del Sagrario de la Catedral», «Retrato de Justino de Neve», «Inmaculada Concepción» o «San Fernando». Además nuestro guía Antonio Doblas aprovechó el recorrido para detenerse y explicar otros datos interesantes, como el estudio que aún se está realizando para conocerse dónde nació Cristóbal Colón o la forma en que se vendían en la época las piezas de orfebrería para la Sacristía Mayor. La Sala Capitular fue el espacio donde se encontraron más cuadros como «San Isidoro», «San Leandro», «Santa Justa», «Santa Rufina», «San Fernando» o «San Hermenegildo». Esta gran cantidad de obras se debe a que en ese preciso lugar era donde se tomaban las decisiones canónigas, por lo que éstas tenían como objetivo inspirar a los religiosos.
Entre curiosidades, se supo que el cuadro más grande realizado para la Catedral- “La visión de san Antonio de Padua” (1655) -que contiene mucha influencia de Caravaggio y donde ya hay mucha presencia de sus conocidos ángeles-, sufrió un ataque en el año 1874 por un demente que cortó la figura del santo sin que nadie se diese cuenta. Un año más tarde un anticuario encontró este trozo en Nueva York y a través de la embajada se pudo recuperar y restaurar en 1875.
Una nueva visita que ayudó a profundizar un poco más en la figura de Murillo del que estamos celebrando el 400 aniversario de su nacimiento, desde un punto de vista artístico viendo de primera mano la evolución del pintor, que a la postre fue considerado el mejor pagado de la historia gracias a las buenas relaciones que mantenía con la iglesia y la clase noble.