El pasado viernes 22 de noviembre se celebró un concierto de la Banda de Cornetas y Tambores Las Cigarreras en el patio de la sede central del Círculo Mercantil e Industrial de Sevilla con la combinación de los versos del poeta, Romero Murube.
Allí, en el corazón de la calle Sierpes, los sones más clásicos de esta banda se mezclaron con la prosa y con los versos de Joaquín Romero Murube, el poeta de Sevilla. Coincidían en el tiempo dos aniversarios. Por un lado, los cuarenta años de la fundación de esta banda, fundamental para entender la música procesional de nuestra época; por el otro, el medio siglo de la muerte del autor de Sevilla en los labios, un escritor que nos dejó algunas de las mejores páginas dedicadas a la Semana Santa sevillana.
El acto se inició con las palabras de bienvenida de Lola Chaves, vocal de la Junta Directiva del Mercantil, que hizo hincapié en el hecho de que nos encontrásemos ante el único acto, junto con el que le organizó la Soledad de San Lorenzo en el Alcázar, donde se homenajeaba a Romero Murube desde el ámbito de la Semana Santa. Posteriormente, el escritor Francisco Robles glosó la figura del que fuera conservador del Alcázar y miembro de la Generación del 27. Para su posterior lectura eligió fragmentos tan hondos como Propósito, Por la tarde de Marzo, o Virgen de la Soledad, todos del libro Dios en la ciudad. Asimismo eligió poemas religiosos y la Kasida de la muerte, una verdadera obra maestra que se puede considerar el testamento lírico de Romero Murube dedicado a Sevilla. A partir de ahí se sucedieron la lectura de esos fragmentos de Romero Murube con las marchas más clásicas de Las Cigarreras: Cristo del Amor, Soledad de San Pablo, Cristo de las Siete Palabras…
El público abarrotaba el patio, tanto las sillas dispuestas para la ocasión, como el espacio en el que muchos jóvenes siguieron el acto de pie. La banda, dirigida magistralmente por Dionisio Buñuel, rayó a una altura impresionante. Sus componentes rondaban los 60 músicos, un número ideal para la acústica del lugar. La música y los textos conformaron un todo que tuvo su remate en la interpretación de Amor de Madre, una de las marchas más características de esta formación. Antes de escucharla, Robles dejó muy claro que estamos ante una banda una seriedad y una calidad que están fuera de toda duda. La Marcha Real cerró un acto donde se dieron la mano la música y la palabra, Las Cigarreras y Romero Murube en un lugar comprometido con la cultura y las tradiciones de la ciudad como es el Círculo Mercantil.