Descubrimos el imprescindible papel del Mercantil y su emblemática caseta en la Feria de Abril de Sevilla, símbolo de tradición, elegancia y sevillanía en una de nuestras Fiestas Mayores
La Feria de Abril está a la vuelta de la esquina y, con ella, florecen los recuerdos que dan vida a esta celebración tan nuestra. Uno de ellos es, sin duda, la histórica caseta del Círculo Mercantil e Industrial de Sevilla, cuya presencia ha dejado huella en la historia de la ciudad y de su feria.
Vista de la antigua feria de ganado en el Prado San Sebastián, en el año 1895
Desde sus inicios, la entidad ha estado íntimamente ligada a la vida cultural y social de Sevilla. Fundada en 1868, comparte raíces con la propia Feria de Abril, nacida apenas dos décadas antes, en 1847. Ambas instituciones surgieron con un marcado carácter comercial y ganadero, como puntos de encuentro para cerrar tratos y fomentar el intercambio económico. Con el paso del tiempo, evolucionaron hacia espacios donde el ocio, la tradición y la convivencia se convirtieron en protagonistas.
La historia en la Feria comienza en 1870, aún en el Prado de San Sebastián, cuando la Junta Directiva del entonces Centro Mercantil solicita instalarse en unas modestas "tiendas de campaña", cedidas a cambio de 10.000 Reales a nuestra entidad por parte de D. Leandro Catalina.
Caseta del Centro Mercantil Prado de San Sebastián, en el año 1904.
Sin embargo, no fue hasta 1904 cuando la caseta del Mercantil, siendo ya un espacio propio, causó auténtico furor: un diseño "orientalizante" que maravilló por su elegancia y originalidad, recibiendo una mención especial “por su exquisita decoración y original diseño” y que marcó el inicio del prestigio que mantiene hasta hoy.
Caseta del Centro Mercantil Prado de San Sebastián, en el año 1905.
El año siguiente, en 1905, el Mercantil redobló su apuesta con una espectacular caseta de inspiración árabe y mudéjar, encargada a la Fundición Pérez Hermanos.
Aquel diseño no cayó en el olvido. Más de un siglo después, en 2018, con motivo del 150 Aniversario del Círculo, la portada de la Feria de Abril rindió homenaje a esta icónica estructura, recreando su triple arquería y otros detalles simbólicos conformando una de las portadas más bonitas de las que se recuerdan.
Portada de la Feria de Abril de Sevilla, dedicada al Círculo Mercantil, en el año 2018.
Durante las décadas siguientes, nuestra Caseta fue ganando fama no solo por su diseño, sino por ser un hervidero de arte y alegría.
Cuentan las crónicas que, en la década de los sesenta, concretamente en 1966, se implantó una pista giratoria para dos orquestas, lo que supuso una novedad que despertó gran interés en todo el Real. Así, la Caseta del Círculo Mercantil era una de las más animadas y concurridas de la Feria, tanto por el ambiente social que en ella se disfrutaba, como por las muchas actuaciones en directo que se celebraban con los más famosos artistas de la época, con la presencia de Lola Flores o Rocío Jurado entre otros, y la visita que recibía de autoridades y famosos que acudían al recinto ferial, e incluso actividades deportivas que se oganizaban en el recinto.
Más tarde, debido a que la Feria de Abril iba creciendo progresivamente en público y extensión, en 1973 la falta de espacio obligó a cambiar su ubicación del Prado de San Sebastián a lo que hoy conocemos como El Real de la Feria, junto al barrio de Los Remedios. Con este cambio, el Círculo Mercantil se trasladó al lugar en el que aún permanece, en la calle Joselito el Gallo, obteniendo la concesión de la caseta más grande del recinto, título que sigue manteniendo en la actualidad.
Caseta del Círculo Mercantil, en el año 2022.
La historia del Mercantil en la Feria de Abril es también la historia de Sevilla: una historia de arraigo, de transformación y de celebración. Su caseta, más que un espacio físico, es un emblema de la identidad hispalense, testigo de generaciones que han reído, cantado y brindado bajo su sombra.
El Círculo Mercantil no solo ha acompañado el crecimiento de la Feria, sino que ha contribuido activamente a forjar ese imaginario colectivo que hace de Sevilla una ciudad única en el mundo. Y este año, como cada primavera, su caseta volverá a abrir sus puertas, reafirmando su papel como parte imprescindible de nuestra Feria de Abril.