La historia de nuestro presidente y fundador, un visionario emprendedor, ha sido investigada por nuestro socio Rafael Sánchez y la presentamos como colofón a este apartado “Historias del Mercantil” del 150 Aniversario de nuestra entidad.
D. Simón Martínez y Martínez
El Círculo Mercantil se fundó gracias a la inquietud del camerano (gentilicio de los oriundos de la Sierra de Cameros, en la Rioja), Simón Martínez y Martínez, natural de Villanueva de Cameros, que nació el 28 de octubre de 1823 y fue bautizado dos días después con el nombre de Simón Narciso, en la parroquia de su localidad, siendo hijo de Ramón y Tomasa, vecinos de la villa.
Sus primeros años transcurren en Villanueva junto a sus padres y hermanos, Juan Ramón, Casimiro y Cecilia.
Habitaron la casa situada en el número 7 de la calle Mediavilla. Los datos del padrón de habitantes de 1.826 aparecen censados una hermana de Simón, llamada Isabel, con un año de edad que podría ser la propia Cecilia. Según el mismo documento, su padre de 35 años tenía como profesión la de tratante (quizás por herencia paterna le viniese a Simón el espíritu emprendedor).
Sus hermanos Juan Ramón y Casimiro tenían las edades de 8 y 5 años respectivamente.
Al morir su padre, en 1836, Simón, que contaba con 10 años de edad marchó a Zafra donde en casa de un pariente permanece dos años.
Posteriormente viajó a Madrid para trabajar en el comercio donde pronto adquirió l la fama que le propició recibir importantes ofertas de trabajo.
En 1842 contrae una enfermedad que le marcará el resto de sus días. Tuvo que volver a Extremadura, a Almendralejo, donde se estableció con su hermano Juan Ramón, para recuperarse bajo su amparo.
Tras recuperarse de su enfermedad fue reclamado de la capital donde en los siguientes años trabajó en los mejores comercios madrileños. En abril de 1849, con tan sólo 26 años, Simón recala en Sevilla donde la importante casa “Pagés, Casades y Compañía” le ofreció un relevante puesto. Sus conocimientos del comercio, madurez adquirida y la estima en que era tenido hacen que, al retirarse Pedro Pagés, se forme la mercantil “Martínez, Casades y Compañía”.
Plaza de San Francisco · Sevilla 1849, año en que Simón Martínez y Martínez llega a Sevilla
Fotografía: Claudius Galen Wheelhouse (England, 1826-1909).
Sus años sevillanos fueron fecundos en actividades tanto comerciales como de dedicación a los demás. Entre las principales, ajenas al comercio, cabe destacar la publicación en 1869 del libro "Consejos de un comerciante a sus factores" donde pone sus conocimientos a disposición de amigos, colegas e incluso competidores.
También su nombramiento en 1870 como Diputado provincial sin la más mínima oposición, cargo aceptado para intentar poner remedio a los males generales de la sociedad de su tiempo
Ocupó así mismo diversos cargos como miembro del antiguo Tribunal de Comercio, vocal de la comisión de obras del muelle o la dirección del ferrocarril de Mérida a Sevilla ocupando también un cargo de vocal en la junta consultiva.
Sin embargo, su más importante obra y aquella que ha trascendido hasta nuestros días fue la fundación del Centro Mercantil de Sevilla que nació el 25 de octubre de 1868 con la creación de la comisión organizadora presidida por Simón Martínez.
Acta Fundacional del Centro Mercantil de Sevilla · 25 de Octubre de 1868
Tras diversas reuniones posteriores en las que organizaron y formalizaron la constitución de la sociedad, así como el alquiler de una casa como sede social, el 23 de enero de 1870 tuvo lugar la primera Junta General de socios en la que se eligió a la Junta Directiva definitiva, por la cual, Simón Martínez y Martínez es elegido primer Presidente del Círculo Mercantil de Sevilla.
El Círculo se constituyó como una sociedad apolítica que constaba de cuatro secciones: Ateneo, Fomento, Protección y Esparcimiento. También tuvo parte activa desde sus primeros días en la Feria de Abril con sus llamativas casetas de feria.
Simón iba ganando amigos, prestigio y dinero en Sevilla mientras la vida continuaba en su Villanueva natal. En Cameros permaneció su madre hasta su muerte que prácticamente coincidió en el tiempo con la llegada de Simón a Sevilla. También su hermano Juan Ramón con su mujer, Juana Lombardo, y sus muchos hijos vivieron en su pueblo natal. En la calle Mediavilla de Villanueva se ubicó una empresa llamada “Juan Ramón Martínez y Compañía” que se dedicaba a la fabricación de cajas de madera para contener dulces, mazapanes y otros productos, además, en ella se producían aros para cepillos y otros útiles.
Simón nunca se olvidó de su pueblo. Fue el principal contribuyente a la fundación del patronato de la escuela junto a su hermano. La fundación para dotación de un maestro en Villanueva creada en 1777 por deseo de Juan José Martínez de Robledo, a mediados del siglo XIX ya no permitía dotar de un sueldo digno al maestro, a pesar de haber sido construido un nuevo edificio. En agosto de 1865 se constituyó una comisión para solucionar el problema. Como resultado de la comisión, el 24 de junio de 1866, ante el notario de Torrecilla, se otorgó escritura de fundación de un patronato para el régimen de la escuela elemental completa instalada en Villanueva de Cameros y creación de un capital para dotarla. En ella figura Don Juan Ramón Martínez y Martínez en cabeza de una lista de suscriptores que acumulan una cantidad superior a los 60.000 reales, de ellos Simón Martínez y Martínez aportó un 20% aproximadamente.
Detalle del Acta Fundacional del Centro Mercantil y firma (izquierda) de D. Simón Martínez y Martínez
Volviendo a nuestra entidad, estamos en disposición de confirmar su asistencia a la última Junta directiva presidida por él y celebrada el 25 de diciembre de 1871. Su estado de salud obligó a nombrar sucesor a Antonio Olmedo. En la junta del 10 de enero de 1872 se advierte del penoso estado de salud del fundador quien fallece dos días más tarde debido a una enfermedad pulmonar según testimonio del doctor D. Carlos Morón (también socio del Mercantil). El funeral se celebró el domingo 14 de enero a las 10 de la mañana en la iglesia sevillana del Hospital de San Juan de Dios en la cual narraron los medios de la época no cabían todas las personas que asistieron. Sus restos fueron conducidos a hombros por sus amigos; recibió sepultura en el cementerio de San Fernando donde se congregó un gran cortejo fúnebre con 50 carruajes cerrando la marcha. Las crónicas de la época dejan constancia del gran crédito, simpatía y aprecio del que gozaba D. Simón Martínez y Martínez en la ciudad de Sevilla a pesar de haber llegado a ella procedente de Cameros y morir a la temprana edad de 47 años.
Retrato de D. Simón Martínez y Martínez
1874 - Autor: Francisco Tristán
Fondo Pictórico del Círculo Mercantil e Industrial
Restaurado por Carlos Peñuela con motivo del 150 Aniversario.
La muerte de Simón causó gran consternación en Sevilla y en Villanueva. El Círculo Mercantil, que había puesto en funcionamiento, decidió, el 10 de enero de 1872 cuando ya se intuía su rápido fallecimiento, colocar en el salón de juntas de la entidad un retrato que recordara su persona y la gran obra por él promovida. La pintura fue realizada en 1874 por el pintor sevillano Francisco Tristán, especialista del retrato, quien tuvo la ocasión de plasmar varias imágenes de miembros de la casa real incluyendo al propio Alfonso XII.
Simón murió joven, sufrió una enfermedad crónica que le atormentó gran parte de su vida, pero tuvo tiempo de contraer matrimonio y enviudar. La vida de su mujer, Salud Esquivel y Guerra, es desconocida para nosotros, aunque es seguro su prematuro fallecimiento sin descendencia. La residencia familiar en Sevilla se situaba en la calle Vinatería, hoy Sales Ferré, nº 16. En ella Simón estaría bien atendido por su joven sobrina Petra y otros tres sirvientes, todos ellos herederos de importantes caudales según el testamento otorgado.
Los otros hermanos de Simón, Casimiro y Cecilia, también se asentaron en Sevilla. Fueron reconocidos en el testamento con el reparto de alhajas a partes iguales con su hermano Juan Ramón. En el panteón de Sevilla descansan los restos de Cecilia (1881) y Casimiro (1891), sin embargo, Simón, propietario del mismo, fue enterrado en otro lugar del cementerio.
La labor comenzada por Simón no terminó con él, tuvo continuidad en sus sobrinos, los Martínez Lombardo, hijos de su hermano Juan Ramón. Ya en vida, debido a su delicada salud, encomendó la dirección de sus negocios a Eduardo y Carlos Martínez Lombardo, también llegados de Villanueva de Cameros. El primero de ellos llegó a ser presidente del Círculo Mercantil.
En 1884, ambos figuraban como colaboradores y otro hermano, Ramón, como propietario, de la publicación "El comercio andaluz", órgano del Centro Mercantil. A su muerte dejó a otra sobrina, Petra, 200.000 reales en participaciones de “Casa Comercio Martínez Casades y Cía.”, para cuando cumpliese la mayoría de edad. Todo indica que estuvo cuidando a su tío. Otras sobrinas, Matilde y Filomena acabarán también en Sevilla a la muerte de su madre.
“Martínez Lombardo” también se constituyó como una mercantil con importante éxito en el comercio tanto en Barcelona como en Sevilla. El prestigio ganado por la familia permitió que los sobrinos de Simón y sus descendientes figurasen entre las familias importantes de la sociedad andaluza y española.
Calle Sierpes - 1910
En todas las publicaciones, reuniones, exposiciones y eventos relacionados con este aniversario del Círculo Mercantil e Industrial de Sevilla, se ha alabado y puesto de manifiesto la gran labor, prestigio y consideración que Simón llevó a cabo en Sevilla y le fue reconocido, en su tiempo, y durante muchos años después.
La historia de Simón Martínez y Martínez, un “Pirino” (cariñoso apelativo a los naturales de la comarca) que salió de Villanueva de Cameros, para convertirse en un próspero comerciante que no sólo creó empleos y riqueza sino que procuró el bien de los demás, no es únicamente la historia de una persona, es el ejemplo de muchos otros que, como él, dejaron su tierra natal, para triunfar en otros lugares lejanos como Madrid, Andalucía, Extremadura o América.
Por todo lo anterior, hemos querido dar a conocer los interesantes datos biográficos encontrados durante horas de investigación en los archivos hispalenses y riojanos. Sin la colaboración del ilustre historiador Ángel de Pablos hubiese sido imposible descubrir las raíces del fundador y primer presidente de nuestra entidad. La aportación de Esperanza Ramírez y de Raquel Hernández han resultado de inestimable valor para la consecución de nuestro empeño. Quizás sería justo finalizar esta detallada reseña histórica sobre una corta pero generosa vida con las propias palabras de nuestro homenajeado presidente-fundador Simón Martínez que sirven para intentar comprender su incansable carácter y sus elevados valores como ciudadano ejemplar de su época:
“Tened esto muy presente, y si a pesar de todo algún desdichado día sucede ese imposible de ser vencidos, entonces, amigos, antes que ver viciada vuestra bella obra. ¡dejadla morir! que gloria hay también en la muerte cuando es por justas y nobles causas sufrida”.