Leyre de Garay, socia del Círculo Mercantil desde hace más de una década y estudiante de Medicina, lanza un fuerte mensaje de visibilidad a través de sus redes sociales, donde muestra cómo una persona con discapacidad puede disfrutar de su afición por el flamenco, dejando a un lado los prejuicios e inspirando a otras personas en su misma situación
El pasado domingo, en nuestras Instalaciones Deportivas, tuvimos el placer de acercarnos a la vida de nuestra socia Leyre de Garay, una joven de 24 años cuya capacidad de superación le ha llevado a viralizarse y convertirse en todo un referente a través de redes sociales.
Esta joven, socia del Círculo Mercantil junto al resto de su familia desde hace 13 años, siempre estuvo ligada, de una forma u otra, al flamenco. Comenzó a cantar a los 3 años, animada por un familiar cercano que descubrió sus dotes para esta disciplina y fue cultivando esta afición con el paso del tiempo.
El hecho de necesitar el apoyo de una silla de ruedas para moverse con autonomía, desde muy pequeña, nunca supuso un problema para Leyre. A los 18 años, antes de comenzar sus estudios en Medicina, descubrió en televisión la compañía “Flamenco inclusivo”, de José Galán. En ella, bailan personas con y sin discapacidad. “El que ha ido por delante en materia de inclusividad en flamenco es José Galán, con el que empecé. Él tiene una inclusión total en su compañía, bailan personas con y sin discapacidad y personas con todo tipo de discapacidades. Sabe muy bien lo que hace y lo hace maravillosamente bien”, asegura Leyre.
Así, esta joven sevillana pasó varios años ligada a “Flamenco Inclusivo”, hasta que tuvo que dejar a un lado su pasión por el baile. Actualmente, ha retomado sus clases en “Jerez por Derecho”.
Aunque nuestra socia nunca vio en su discapacidad una barrera para poner en práctica sus aficiones por el baile flamenco y el cante, confiesa que hay mucho que mejorar para favorecer la inclusividad. “Debería haber accesibilidad no para cumplir la ley, sino para que todos pudiéramos acceder a todas partes y en ese aspecto todavía queda mucho por hacer”, explica nuestra entrevistada.
Ante la pregunta de qué consejo daría a personas con discapacidad que no se atreven a realizar actividades que les gustan, Leyre es muy contundente. “Siempre hay que probar a hacer las cosas, hay que intentarlo y ver cómo funciona, si no, nunca sabrás si puedes hacerlo”.
“La discapacidad es un mundo muy amplio y cada persona lo vive de forma distinta”, reconoce Leyre ante nuestro interés en conocer su opinión acerca del grado de conciencia de la sociedad sobre las dificultades que tiene que asumir una persona que tiene discapacidad física y cómo podría mejorarse. “Yo creo que lo que falta es esa apertura de mente para entender que cada persona vive las cosas de una manera diferente y ninguna manera es mejor que otra. Hay que entender que existen diversas realidades y tenemos que ser capaces de dar a cada persona lo que necesita para desarrollarse”.
Es por ello que, hace un par de años, Leyre de Garay decidió hacer uso del importante papel que juegan las redes sociales en la actualidad, para visibilizar la realidad a la que se enfrentan las personas con discapacidad. “Nos falta información, nos falta ponernos en el lugar del otro, entender que la discapacidad no es plato de buen gusto para nadie. Es una circunstancia que nadie elige. Al no ser una situación elegida, sino una situación que ha tocado y ya está, hay que hacer que las personas que la padecen perciban la ayuda que necesitan para vivir”, puntualiza.
Del mismo modo, comparte en su perfil de Instagram vídeos en los que aparece disfrutando de su afición por el baile, y mostrando sus habilidades para el flamenco. “Cuando abrí mi perfil en redes sociales hace un par de años, el objetivo no era enseñarme a mí misma, sino demostrar que se puede tener una vida normal y feliz estando en silla de ruedas”, ya que, como ella misma comenta, “todos podemos bailar y hacer cosas bonitas con el flamenco”.
Sus aficiones ocupan una parte importante de su vida, que siempre estará presente. Sin embargo, Leyre de Garay tiene muy claro que la Medicina es su vocación, a la que quiere dedicarse de lleno, cuando termine la carrera que se encuentra cursando en esta materia.
En definitiva, la historia de esta joven socia del Mercantil es motivo de orgullo para nuestro club, por su capacidad de superación y la importante labor que lleva a cabo en redes, permitiendo que otras personas en su misma situación se sientan identificadas y entiendan que es posible desarrollar una vida plena con y sin discapacidad.